Situada
en una posición que favorece el contacto con otras provincias
Villa Clara, es la región donde el transcurrir de la vida
económica y social llega a sus habitantes en un proceso de
constante actualización.
En el campo turístico Villa Clara crea progresivamente ofertas
que permiten a los visitantes disfrutar de sus valores naturales
y culturales.
Mientras sus casas mantienen su modesta presencia, la industria
metalúrgica crece notablemente. Tradición con desarrollo
parece ser el lema que alienta a esta simpática población
no exenta de rebeldía, lo que le valió desde siempre
el título de "las inquietas villas".
La presencia del Museo Memorial Ernesto Guevara donde reposan los
restos del Guerrillero heroico junto a sus compañeros de
guerrilla demuestra la presencia del inolvidable comandante en esta
tierra villaclareña.
El Museo de Historia Abel Santamaría y el Monumento
Conmemorativo del ataque al tren blindado por el Ché son
símbolos de la dimensión histórica de esta
ciudad.
La naturaleza de esta provincia ofrece diversas perspectivas: el
entorno del río Hanabanilla, caracterizado por abundantes
especies de múltiples usos y una rica fauna, cuenta también
con la hermosa cascada que acompaña la presa concebida por
el hombre.
Por sus vínculos con el mar, los municipios de Sagua la Grande
y Caibarién ofrecen atractivos para el turismo que busca
marco propicio para la pesca; allí la trucha cuenta con embalses
creados
para este fin.
La cayería norte de la provincia muestra un amplio espectro
de islotes con nombres sugerentes: Las Brujas, Ensenachos, Majá
y Las Picúas son muestras de abundancia de cayos que hacen
de Cuba un archipiélago. En ellos la vida aborigen ha dejado
sus huellas.
El balneario de Elguea constituye otras de las ofertas; sus aguas
medicinales son tradicionalmente preferidas por visitantes que buscan
además el tratamiento terapéutico adecuado.
Los hoteles Hanabanilla, Santa Clara Libre, La Granjita y el motel
Los Caneyes sirven de apoyo al actual movimiento turístico.